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Dos años después de que la crisis griega se convirtiese en un problema para la estabilidad del euro, una nueva recesión amenaza toda Europa. Este informe razona que los resultados electorales que se han producido en diversos países europeos a favor de partidos socialistas presentan un cambio a la línea marcada por Alemania. El informe propone un nuevo mix de política económica que podría incluir ingredientes en forma de estímulos, flexibilización de calendarios etc. Sin embargo los Estados deudores se comprometerían a intercambiar la solidaridad financiera por nuevas cesiones de soberanía en el ámbito fiscal, bancario y político.